El siguiente artículo se publicó originalmente en el People’s Tribune el 23 de diciembre de 2023.
SACRAMENTO, CA — Mientras estamos uno al lado del otro… juntos en esta noche del solsticio de invierno. Lamentamos la muerte de las personas sin hogar que han muerto en nuestras calles. Este monumento es un recordatorio de la cruel realidad de que hay quienes nos encontramos sin hogar, viviendo en las calles y sin el consuelo y el apoyo que muchos de nosotros damos por sentado.
Honramos la memoria de nuestros hermanos y hermanas manteniéndonos unidos esta noche y comprometiéndonos a tomar medidas para ayudar a quienes sufren a manos de la mala conducta y el maltrato político. Reconocemos la injusticia que se ha cometido contra quienes no tienen vivienda y prometemos hacer todo lo posible para garantizar que se les brinden las mismas oportunidades, respeto, dignidad y poder para ser las voces al frente de esta lucha. Hacemos este compromiso no sólo porque somos seres humanos, sino porque compartimos esto llamado humanidad, ser humanos colectivamente, y debemos tratarnos unos a otros con la misma amabilidad y respeto.
Este compromiso no se trata sólo de proporcionar recursos, sino también de cambiar los corazones, las mentes y la narrativa. Necesitamos reconocer que quienes no tienen vivienda son parte de nuestras familias y comunidades y que merecen el mismo amor y apoyo que brindamos a nuestros seres queridos.
También debemos esforzarnos por comprender las causas fundamentales de la falta de vivienda y trabajar para abolir las políticas y sistemas que continúan perpetuando la criminalización, el daño, la falta de recursos básicos y la muerte que vemos en las calles. Para hacer esto, debemos comenzar por poner fin al racismo sistémico y otras formas de opresión que afectan de manera desproporcionada a quienes no tienen vivienda. Debemos crear un diálogo significativo y poner voces impactadas en las mesas de políticas para encontrar soluciones que se centren en proporcionar recursos y crear acceso a vivienda, atención médica y otras necesidades básicas. También debemos trabajar para poner fin a las leyes que criminalizan a las personas sin hogar y que dificultan la búsqueda de vivienda, manteniéndolas en las calles a morir.
Que una persona viva en la calle en la cuarta economía más grande del mundo es inaceptable. Que una persona muera en nuestras calles es un pecado, una inmoralidad y una injusticia. Todos estamos cansados, ya que esta lucha nos ha tenido en una rueda de hámster de devastación y pérdida durante años. No permitamos que las muertes de estos vecinos sean en vano o sólo sean un recuerdo contado.
¡Mi esperanza para el próximo año es que todos nos hayamos unido en acción para derribar las puertas de la injusticia en nombre de aquellos que hemos perdido en estas calles! Juntos acabaremos con la falta de vivienda y juntos acabaremos con la muerte en las calles. Voy a decir “¡Demasiado frío, demasiado calor!”… Tú dirás “¡No más muerte en nuestras calles!”
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