Las elecciones para la alcaldía de Chicago tuvieron nueve candidatos este año y muchos creyeron que la segunda vuelta sería entre la alcaldesa Lightfoot y el representante de los EE. UU. Jesús “Chuy” García. Para ganar, un candidato debe obtener al menos el 50% de los votos en las elecciones generales; si nadie asegura el 50%, los dos candidatos principales se dirigirán a una segunda vuelta electoral el 4 de abril.
La segunda vuelta ahora es entre el ex director general de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) Paul Vallas y el comisionado de la junta del condado de Cook, Brandon Johnson.
Al comienzo de la carrera por la alcaldía, muchos residentes latinos se pusieron del lado de Chuy basándose en el reconocimiento de su nombre. Chuy tiene una larga carrera en política y es ampliamente conocido por trabajar con el exalcalde progresista Harold Washington.
Aunque Chuy es un candidato progresista, muchas organizaciones de base sienten que no ha estado lo suficientemente presente en sus comunidades durante mucho tiempo.
A pesar de su falta de participación, los latinos han estado ansiosos por ver a alguien que se parezca a ellos representarlos en el Ayuntamiento. Pero como hemos aprendido con la alcaldesa Lightfoot, la política de identidad no nos salvará.
Se creía que la administración de Lightfoot era un punto de inflexión a favor de las comunidades vulnerables porque ella es la primera alcaldesa lesbiana negra de Chicago. Sin embargo, los residentes vieron que ella priorizaba invertir en la policía en lugar de otros servicios de la ciudad como la educación.
Durante los protestas de George Floyd, condenó a los manifestantes y, en un momento, atrapó a los manifestantes en el centro levantando los puentes en el río Chicago para que la policía pudiera arrestarlos y brutalizarlos.
Para más información sobre la elección, el Tribuno del Pueblo entrevistó a Tatiana Solis, residente y organizadora de Pilsen. Solis se ha organizado por viviendas asequibles contra la rápida gentrificación en el barrio Latine de Pilsen. Más recientemente, fue organizadora de la reelección de Sigcho-López, donde también trabajó para promover a Brandon Johnson. Cuando se le preguntó por qué creía que Johnson era la mejor opción para alcalde, dijo: “Incluso antes de postularse [para alcalde], se lo vio en mítines, reuniones y eventos. No importa quién, dónde o qué. Ha cambiado la forma en que la gente ve a los progresistas”. Como ex maestro de CPS, Johnson ha estado en primera línea defendiendo las comunidades de clase trabajadora. En 2015, Johnson se unió a una huelga de hambre para reabrir la escuela secundaria Dyett, una escuela de mayoría negra en el lado sur de Chicago. Presentarse para nuestras comunidades no es nuevo para Johnson, y su tipo de liderazgo progresista es lo que necesitamos en el ayuntamiento.
Foto de Paul Goyette.
En contra de Johnson está Paul Vallas, quien tiene un historial de dar prioridad a las empresas privadas sobre las personas. Bajo su liderazgo en CPS, se construyeron escuelas chárter por toda la ciudad mientras que las escuelas públicas sufrieron recortes. En 2001, los padres y miembros de la comunidad iniciaron una huelga de hambre después de que Vallas no aprobara la construcción de una nueva escuela secundaria en La Villita, un vecindario predominantemente latine del lado sur.
Tatiana Solis también cree que Vallas aumentaría los fondos para la policía y continuaría con el contrato de $9 millones de la ciudad con ShotSpotter, un sistema de detección de ruido que envía a la policía armada y a toda velocidad a los vecindarios bajo la creencia de que se dispararon disparos. Sin embargo, los activistas han señalado que el sistema es defectuoso y capta otros ruidos, lo que pone a las comunidades en riesgo de discriminación. Vallas también ha sido respaldado por la conservadora Orden Fraternal de Policía (FOP).
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Brandon, por otro lado, ha sido respaldado por el Sindicato de Maestros de Chicago, Bernie Sanders, Mijente y, en un giro inesperado de los acontecimientos, el ex oponente Jesús “Chuy” García. El respaldo de Chuy puede indicar que Chuy intenta volver a ponerse en contacto con los progresistas, pero también muestra cómo la gente de toda la ciudad se une para apoyar a un candidato que habla por los intereses de la clase trabajadora.
Chicago no ha visto un alcalde progresista como Brandon desde 1983, cuando Chicago eligió a Harold Washington. Chicago no necesita a alguien que simplemente se vea negro y/o moreno. Necesitamos un candidato que invierta en nuestras comunidades en lugar de vigilarlas.
La votación anticipada comienza el 20 de marzo. El día de las elecciones es el 4 de abril. ¡Regístrese para votar y diríjase a las urnas!
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