Nota del editor: El siguiente artículo fue enviado por uno de nuestros lectores. Para su protección, hemos decidido publicarlo de forma anónima.
Esta mañana vi un video de tanques militares en la cuadra de mi mamá. Las mismas calles por las que la he acompañado a hacer recados. Y luego vi a ICE a menos de una milla de la casa de mi papá. También las mismas calles por las que he caminado con él. Intento mantener la calma y ver cómo están, pero creo que todos estamos perdiendo la esperanza. Siento que estamos en cuenta regresiva. Los más de 20 años que llevamos aquí están a punto de irse al garete.
La historia me ha enseñado que los agentes y el gobierno se aprovechan de nuestro miedo. Quieren que nos auto deportemos para facilitarles el trabajo. Saber esto me da ganas de luchar y dificultarles el trabajo al máximo. Si salgo, salgo a patadas y gritos. Pero por muy valiente que quiero ser, no puedo negar que tengo miedo. Tengo miedo por mí, por mis padres, por mis tíos y tías, por toda mi familia. Todos somos vulnerables.
La última vez que esto sucedió después de la inauguración, repartí tarjetas de “conoce tu derechos” a mi familia. Entregárselos a mi tío fue lo que más me impactó. Siempre ha sido un gran hombre para mí. Es como un segundo padre, aterrador y cariñoso a la vez. Y al ver su miedo, lo vi pequeño y vulnerable por primera vez en mi vida. Aunque he crecido, no puedo evitar pensar en todos los niños que están viendo a sus padres y protectores pasar por esto. Ningún niño debería ver a sus tutores tan vulnerables.
Pienso mucho en la familia que fue secuestrada en Millenium. Ojalá pudiera hablar y abrazar a esa niñita y decirle que no fue su culpa. No es su culpa que quisiera jugar. No es culpa de sus padres que quisieran ver el sol y ver a sus hijos jugar en el agua. Nadie pensó que pasaría allí.
Estos agentes han estado violando mis recuerdos de la ciudad. Después que Lori levantó los puentes en 2020, no he podido mirar los puentes de la misma manera. Y ahora Millennium y el río está manchado por sus repugnantes uniformes verdes. Proyectan una horrible sombra sobre todos los barrios de mi ciudad.
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