Hay 22,000 personas en las calles de Sacramento. Dejemos que esto se asimile. La mayoría de nosotros no tenemos que imaginárnoslo, ya que cada día vemos esta realidad en nuestras calles. Mientras que para otros esta es la realidad en la que viven y mueren.
Se destinan millones de dólares a ayudar, pero ¿con qué progresos? Para la ciudad de Sacramento y otras jurisdicciones, se ha convertido en un combate de boxeo entre muchas entidades. El ensayo y error funciona en los experimentos, pero no en la ciencia de resolver una crisis humanitaria en la que están en juego la dignidad básica, la vida y la muerte de una comunidad. Se crean nuevos equipos de personas para trasladarlas de un bloque a otro, pero ¿por qué? No importa quién lleve el uniforme para realizar la tarea. Mientras criminalicemos la supervivencia sin soluciones verdaderas, seguiremos aumentando el número de personas sin hogar.
Según el análisis Point in Time, casi el 50% de las personas sin hogar se consideran “crónicas”. El 60% declaró llevar más de 3 años sin vivienda. El 58% de las personas sin hogar reportan condiciones discapacitantes frente al 40% en 2019. El 74% de la población unsheltered informa estar sin hogar continuamente durante más de un año. Los individuos negros tienen 3-4 veces más probabilidades de experimentar la falta de vivienda. Hubo un aumento sustancial en los vehículos utilizados como viviendas contadas: en 2019, se contaron 200 vehículos; en 2022, 1,100 vehículos, lo que equivale a 1,782 personas. El informe también señala la nueva tendencia de “campamentos de vehículos”. Además del recuento puntual, el informe también ofrece un recuento anualizado de personas que experimentaron la falta de vivienda en algún momento del último año: hasta 22,000.
Nosotros, como residentes de Sacramento, queremos ver a la gente fuera de las calles, en opciones de vivienda dignas con servicios integrales. Todos sangramos, todos respiramos, todos somos humanos, sea cual sea nuestra situación en materia de vivienda.
Una vez más, Sacramento está aplicando ordenanzas sin servicios a los que acudir. Entrar en listas de espera extensas en una situación de crisis es como poner una tirita en una situación de hemorragia. Necesitamos un torniquete, ¡y YA!
Así que el título es ‘¿Y si nos equivocamos? ¿Por qué se criminaliza a las personas sin hogar y se crean códigos penales y equipos policiales para acorralar, perjudicar y discriminar a un grupo específico de personas, empujándolas a barrios más pobres? ¿Se trata de un nuevo tipo de “redlining”? ¿Skid rows? ¿Planes de internamiento?
Las personas sin hogar en su totalidad deben pasar a depender del Departamento de Salud Pública, con la ayuda de otras entidades del condado como el Departamento de Servicios Sanitarios. El condado de Sacramento cuenta con un sector de servicios sociales y con el presupuesto necesario. La ciudad hace malabarismos con los sin techo con un presupuesto muy reducido.
El sinhogarismo es una crisis de salud pública no sólo para las personas sin hogar, cuya vida se acorta por vivir a la intemperie, sino por el deterioro del ecosistema de Sacramento. Las principales áreas de especialización en el campo de la salud pública son la salud ambiental, la salud comunitaria, la epidemiología, la salud global y la política y gestión sanitarias. El departamento de salud pública también tiene otra serie de normas que se aplican. Trabajan a partir de los códigos de salud y bienestar, lo que podría producir un enfoque de salud frente a un enfoque de criminalización, con las leyes ya en vigor para proporcionar y proteger a nuestros más vulnerables. ¿Y si consideramos esto como una crisis de salud pública? Definamos qué es eso. Una crisis de salud pública es una situación difícil o un sistema sanitario complejo que afecta a los seres humanos en una o varias zonas geográficas (sobre todo en caso de riesgos naturales), desde una localidad concreta hasta abarcar todo el planeta. ¿Por qué no incluimos el problema de las personas sin hogar en este recurso crítico y lo financiamos para acabar con esta crisis?
Planteo estas preguntas para que los habitantes de Sacramento reflexionemos: ¿lo estamos haciendo mal? ¿Podemos crear un lugar en el que todos podamos prosperar y estar sanos juntos?
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