LA FRONTERA, Estados Unidos / México – Al tiempo que Texas intensifica la guerra contra inmigrantes y que los ataques racistas y anti-inmigrantes se extienden a lo largo y ancho del país, con una cooperación cada vez más servil del gobierno mexicano de la llamada 4T, también aumentan los actos de resistencia de cientos de desesperados seres humanos que solamente buscan su supervivencia y la de sus familias. Se trata de la confrontación de dos bandos opuestos: Por un lado, un ejército bien pertrechado con una estrategia de guerra de contención y represión y por el otro la masa de desposeídos del capital que resisten su descarte como seres humanos. La lucha de clases se torna cada vez más intensiva.
Con la aprobación de la ley HB4, que convierte en un delito estatal la entrada a Estados Unidos sin documentos migratorios, Texas encabeza la legalización de la criminalización de la inmigración. Otros estados siguen muy de cerca sus pasos. Se trata principalmente de gobiernos estatales de extrema derecha de orientación racista anti-inmigrante. El más reciente, Iowa, ha aprobado una ley similar (Senate File 2340) que a partir de julio permitirá a los cuerpos policiacos estatales y locales arrestar a quienes no demuestren su estancia legal en Estados Unidos. Ante la ausencia de acciones del gobierno federal para encontrar una salida humanitaria a la inmigración, los estados y las fuerzas anti inmigrantes actualmente llevan la delantera en la aplicación de acciones de violencia sistemática y políticas de criminalización de inmigrantes por el hecho de ser inmigrantes. Mientras tanto, la administración de Biden y los demócratas siguen enredados en la ambigüedad y la oposición a deslindarse de la política extremista de los republicanos.
En la frontera se ha fortalecido despliegue de tropas de la Guardia Nacional, equipadas y armadas para un enfrentamiento bélico en el Río Grande como parte de la violenta Operación Estrella Solitaria promovida por el gobierno estatal y que la HB4 busca justificar y legalizar. El Río Grande es hoy el escenario parecido a un campo militarizado con tropas, vehículos tácticos y barreras de rollos de serpentina.
Pero la estrategia de guerra anti-inmigrante no solamente se da del lado americano, la violentas acciones de contención se acentúan del lado mexicano donde los inmigrantes no solamente enfrentan el terror del crimen organizado con secuestros, desapariciones, ejecuciones y extorsiones que llegan hasta sus familiares y amistades que se encuentran en Estados Unidos, sino que además, la Guardia Nacional mexicana, el Instituto Nacional de Migración (INM) y las autoridades locales cierran la pinza de violencia que hoy tiene atrapados a millares de inmigrantes en la frontera.
En el aniversario del incendio provocado el 27 de marzo 2023 en el Centro de Detención del INM en Ciudad Juárez, donde 67 inmigrantes habían sido detenidos y encerrados en celdas atrancadas con candados, se dio a conocer una investigación que reveló que la instalación tenía un cuarto de torturas donde se castigaba a los detenidos, principalmente a inmigrantes transgéneros. El informe de la investigación de la terrible tragedia donde perdieron la vida 40 inmigrantes 27 resultaron gravemente heridos, cuando el personal migratorio se negó a abrir las celdas y dejó que el fuego acabara con vidas humanas, fue realizado por la cinco organizaciones de derechos humanos (Fundación para la Justicia, el Instituto para las Mujeres en la Migración, Derechos Humanos Integrales en Acción, Asylum Access Mexico y la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas “Alaíde Foppa”) y ha revelado las atrocidades cometidas con el INM: “Los relatos son desgarradores, porque nos platican que las mujeres escucharon descargas eléctricas de un migrante que ingresaron a estas celdas…
Escuché gritar tanto a un hombre y después sólo un golpe fuerte y silencio absoluto…”
Agobiados y encorralados, los inmigrantes no han tenido otro camino que responder con acciones de masas. Se trata de actos de resistencia espontáneos.
El 21 de marzo, ocurrió lo que los medios calificaron como una “confrontación” entre un grupo de desesperados inmigrantes que intentaron cruzar la formación bélica de la Guardia Nacional para ingresar al lado americano en busca de asilo. Ese día, la tropa arremetió contra la masa de migrantes, les arrojó gases lacrimógenos y apaleó indiscriminadamente cuando intentaban forzar la entrada a través de la cerca de serpentina con navajas de acero. Más de 200 inmigrantes fueron detenidos, siete de ellos están siendo acusados de delitos graves, como amotinamiento, entrada ilegal, destrucción de propiedad pública y ataques físicos contra elementos de la Guardia Nacional.
Junto a los actos esporádicos de resistencia de inmigrantes, también ha aumentado la lucha organizada contra la SB4 y la Operación Estrella Solitaria que involucra a un amplio grupo de organizaciones comunitarias y de derechos humanos de la franja fronteriza, encabezado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos. Ante la intensificación de la batalla contra inmigrantes y los pobres, también se amplía la resistencia y la lucha de la comunidad fronteriza. Solamente el sábado 6 de abril se llevó a cabo una gran jornada de lucha en las principales ciudades del estado para demandar la revocación de la SB4 y el fin a la Operación Estrella Solitaria. A partir de esa movilización estatal ha seguido las acciones de lucha particularmente en las comunidades fronterizas.
Ante este panorama actual de lucha y resistencia, es tiempo de cerrar filas y de promover la solidaridad de toda la clase obrera. Pero tiene que ser una solidaridad genuina y activa bajo el viejo lema de los ochenta:
“la lucha obrera no para en la frontera”
Hoy en día, la tarea más urgente para la clase obrera Norteamérica es arropar los actos de resistencia de inmigrantes y el pueblo fronterizo, ya que son actos de resistencia contra el capital que nos ha declarado una guerra en todos los frentes para preservar este sistema de opresión, explotación y desprecio por las vidas humanas.
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