El 15 y el 16 de mayo del 2021, vĆa elecciĆ³n democrĆ”tica, mĆ”s del 80% de los votantes, tomĆ³ la decisiĆ³n de crear una ConvenciĆ³n Constituyente que tuviera como misiĆ³n la redacciĆ³n de una nueva Carta Magna para Chile que reemplazara la ConstituciĆ³n de l980, elaborada durante la dictadura militar, encabezada por Augusto Pinochet. En esa oportunidad, la ciudadanĆa tuvo la oportunidad de escoger a sus representantes a la ConvenciĆ³n Constitucional compuesta, en su gran mayorĆa, por representantes independientes, de izquierda, y de centro izquierda.
La ciudadanĆa otorgĆ³ a esta instancia democrĆ”tica la misiĆ³n de plasmar, en este nuevo texto constitucional, las aspiraciones de la gran mayorĆa de los chilenos en materias como; salud, educaciĆ³n, vivienda, mejora en las pensiones, derechos humanos y mecanismos que promuevan la inclusiĆ³n, entre otras.
Cabe seƱalar, que en esos comicios la derecha sufriĆ³ una gran derrota, ya que obtuvo un nĆŗmero muy reducido de representantes en la ConvenciĆ³n Constitucional, por lo tanto, teniendo un impacto mĆnimo en las decisiones finalesĀ de este espacio democrĆ”tico, es decir, durante todo este proceso, la burguesĆa quedĆ³ aislada del diĆ”logo que se estaba generando. Hasta el dĆa de hoy ellos estĆ”n sangrando por la herida.
DespuĆ©s de un aƱo de trabajo, los miembros de la ConvenciĆ³n Constitucional presentaron su propuesta a la ciudadanĆa. Entre los puntos mĆ”s relevantes que incluyeron el la propuesta, fue la declaraciĆ³n de Chile como un estado social y democrĆ”tico de derechos. La propuesta constitucional tambiĆ©n incluĆa cambios estructurales significativos, como la descentralizaciĆ³n del sistema polĆtico, es decir, eliminar el Senado y mantener como estructura legislativa, Ćŗnica, a la CĆ”mara de Diputadas y Diputados. Al mismo tiempo, el borrador proponĆa la creaciĆ³n de las CĆ”maras de las Regiones, a las cuales se les debĆa otorgar recursos econĆ³micos para suplir sus necesidades de una manera equitativa, en relaciĆ³n a los grandes centros urbanos como Santiago, y al mismo tiempo entregarles un mayor Ā poder e independencia en la toma de decisiones en el contexto regional.
Otro punto de gran relevancia, es que el texto constitucional reconocĆa la urgencia de acciones concretas para la protecciĆ³n del medioambiente, haciendo Ć©nfasis en un desarrollo econĆ³mico sostenible que protegiera la naturaleza y los ecosistemas que hacen parte del territorio de la naciĆ³n.
Sin lugar a dudas, uno de los puntos mĆ”s controvertidos de la propuesta de constituciĆ³n, fue el reconocimientoĀ de los pueblos originarios. El borrador de la nueva constituciĆ³n, proponĆa, no solo la devoluciĆ³n de parte de sus territorios, sino Ā el respeto y valorizaciĆ³n de su cultura, lenguaje, cosmovisiĆ³n y de su sistema de organizaciĆ³n de justicia que, en muchos casos, se distancia mucho del concepto tradicional del Estado Chileno, basado en un sistema social, clasista y excluyente con profundas raĆces del modelo de dominaciĆ³n europeo.
Por otro lado, la propuesta del nuevo texto constitucional, incluĆa el agua como un bien comĆŗn de todos los chilenos, declarĆ”ndolo como un bien inapropiable. AdemĆ”s establecĆa la igualdad de gĆ©nero y el derecho a la no discriminaciĆ³n, entre otros.
Finalmente, el 4 de septiembre del 2022, mĆ”s de 13 millones de chilenos salieron a las urnas con la intenciĆ³n de āaprobarā o ārechazarā el borrador del nuevo texto constitucional. La participaciĆ³n masiva en los comicios no se debiĆ³ exclusivamente al entusiasmo de los votantes, sino que el Congreso Nacional, anteriormente, Ā habĆa legislado que, el voto en el plebiscito de salida, fuera obligatorio. Los resultados finales del plebiscito fueron contundentes: 31.14% de los electores votĆ³ por el āaprueboā y el 61.86% por el ārechazoā.
DespuĆ©s de ver estos resultados, son varias las preguntas que se vienen a la mente: ĀæCĆ³mo es posible que el pueblo de chile haya rechazado un Ā borrador constitucional, progresista y democrĆ”tico? ĀæSerĆ” posible que los votantes, durante el espacio de un aƱo, se hayan transformado en una sociedad conservadora, reticente a los cambios? ĀæTal vez el borrador de la propuesta constitucional no incorporĆ³ las aspiraciones y expectativas de los ciudadanos?
Vamos a intentar responder estas y otras interrogantes. En agosto de 2021 el periĆ³dico el Tribuno del Pueblo, publicĆ³ un artĆculo ConvenciĆ³n Constituyente 2021: una ventana abierta para cambios profundos en el sistema polĆtico chileno, de mi autorĆa, el cual analizaba las posibles reacciones de la derecha chilena ante los posibles cambios que propondrĆa el borrador de la nueva constituciĆ³n:
āLa BurguesĆa chilena es consciente, que lo mĆ”s probable sea, que la nueva constituciĆ³n los despojarĆ” de los instrumentos jurĆdicos que histĆ³ricamente les ha permitido el saqueo de los recursos econĆ³micos del paĆs. No serĆ” nada fĆ”cil para los miembros de la ConvenciĆ³n Ā Constituyente y para la ciudadanĆa, resistir los ataques que seguramente serĆ”n perpetrados contra esta instancia democrĆ”tica. āhttps://tribunodelpueblo.org/convencion-constituyente-2021-una-ventana-abierta-para-cambios-profundos-en-el-sistema-politico-chileno/
Pues bien, el anĆ”lisis no estaba equivocado. La derecha chilena Ā utilizĆ³ la mentira y el miedo como armas polĆticas para desprestigiar uno de las propuestas Ā constitucionales mĆ”s avanzadas de la historia de AmĆ©rica Latina. Para hacer posible este objetivo, recaudaron los fondos necesarios para implementar una gran campaƱa mediĆ”tica para difundir falsedades e implantar el miedo en la ciudadanĆa.
La burguesĆa nacional aportĆ³ millones de dĆ³lares para llevar a cabo esta macabra tarea. Fue asĆ, que tuvimos la oportunidad de apreciar, en vivo y en directo, a travĆ©s de los principales medios de comunicaciĆ³n, la emisiĆ³n de entrevistas que, descaradamente, difundĆan notas llenas de desinformaciĆ³n y mentiras que los polĆticos derechistas promulgaban sin siquiera sonrojarse. Algunas de las mentiras que fueron transmitidas, de manera recurrente por los medios, fueron las siguientes:
– Que la nueva constituciĆ³n dejarĆa abiertas las puertas para quitarles los fondos previsionales (pensiones) a los trabajadores.
– Que las viviendas construidas con parte de fondos estatales, no serĆan heredables.
– Que el texto constitucional dividĆa a los chilenos, ya que proponĆa el reconocimiento de los pueblos originarios, y que pueblos como los Mapuches no querĆan tal reconocimiento, ya que se consideraban 100% chilenos.
– Que la propuesta constitucional inhibĆa la inversiĆ³n privada, ya que ofrecĆa demasiados derechos sociales a los chilenos, por lo tanto, no se podrĆan financiar ni cumplir los beneficios que planteaba la propuesta de la nueva constituciĆ³n.
– Que la declaraciĆ³n del agua como propiedad de todos los chilenos, contenida en la propuesta, ponĆa en peligro la inversiĆ³n de transnacionales mineras, afirmando que el agua era un elemento esencial para tal industria.
– Que con la misma medida, los productores agrĆcolas iban a ser despojados del preciado liquido para llevar a cabo sus labores de cultivo.
Estas y otras mentiras fueron difundidas todos los dĆas que durĆ³ la campaƱa por el āAprueboā o el āRechazoā, Ā sin que nadie saliera con fuerza a desmentirlas. Es importante destacar, Ā que la gran mayorĆa de los ciudadanos chilenos nacieron en dictadura, y si hay algo que estĆ”n acostumbrados a sentir, es miedo. Por otro lado, hay que reconocer que existe una falta de credibilidad en las instituciones del gobierno debido, fundamentalmente, a la distancia existente entre el discurso en momentos de campaƱa electoral y la prĆ”ctica polĆtica.
Este fenĆ³meno fue lo que marcĆ³ a las administraciones de la supuesta āizquierdaā, como fueron los gobiernos de Michelle Bachelet y Gabriel Boric. Ambas administraciones intentaron e intentan proyectar una imagen de estabilidad , con Ć©nfasis en el respeto a las instituciones y tradiciones ārepublicanasā. Lamentablemente, actuando de esa manera, esta administraciĆ³n le ha dado el poder a la derecha para torpedear cualquier iniciativa, ya sea econĆ³mica o polĆtica, que beneficie la clase trabajadora chilena.
Un buen ejemplo de ello, ha sido que el gobierno de Gabriel Boric se vio inmovilizado para defender la propuesta de la nueva constituciĆ³n, ya que la ContralorĆa General de la RepĆŗblica se lo impidiĆ³, argumentado que los funcionarios del Gobierno de Chile no podĆan hacer uso de recursos econĆ³micos y del poder que emanan Ā sus posiciones para hacer campaƱa polĆtica. Si a eso le agregamos la incompetencia e inmadurez de los funcionarios del nuevo gobierno, quienes con su postura temerosa ānormalizaronā el uso del engaƱo y la desinformaciĆ³n para llevar al pueblo de Chile a votar en contra de sus propios intereses.
El 4 de septiembre, a una semana de cumplir 49 aƱos del golpe militar fascista del 11 de septiembre de 1973, la derecha chilena conmemoraba el triunfo del ārechazoā, comenzando a recoger los frutos de una campaƱa maquiavĆ©lica que llevĆ³ al pueblo chileno a perder la oportunidad histĆ³rica de reivindicar sus derechos.
Actualmente, los partidos polĆticos chilenos estĆ”n negociando si se va a crear una nueva ConvenciĆ³n Constitucional, democrĆ”ticamente electa. La derecha y sus cĆ³mplices, la centro izquierda, estĆ”n tratando de convencer al gobierno social demĆ³crata encabezado por Gabriel Boric, que este proceso convencional deberĆa ser guiado por una comisiĆ³n de āexpertosā. El problema es definir Āæquienes serĆan parte de Ć©ste grupo de āexpertosā? El āsentido comĆŗnā nos indica que Ć©sta serĆ” la nueva estrategia de la burguesĆa chilena para obstaculizar la redacciĆ³n de un documento constitucional progresista, y asĆ asegurar su hegemonĆa y proteger sus intereses en el escenario polĆtico de ese paĆs sudamericano en las prĆ³ximas dĆ©cadas.
Se puede concluir, que en el fondo, la derecha y sus cĆ³mplices, la centro-izquierda, se ādieron un tiro en el pieā. Ninguno de ellos podrĆ” dilatar la necesidad de construir un Chile mĆ”s justo y democrĆ”tico. Recordemos las razones del surgimiento del āEstallido Socialā; el pueblo chileno, aunque aterrorizado y manipulado, seguramente podrĆ” superar, nuevamente, otro periodo oscuro de la historia de Chile.
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