El siguiente artículo fue publicado originalmente por Aimée Santillán de Frontera Dispatch, parte de Hope Border Institute, el 11 de junio de 2024.
En otro intento de parecer duro con la inmigración, la administración Biden ha vuelto a tirar por la borda la frontera. Apenas una semana después de su anuncio, ya estamos sintiendo los efectos negativos de la nueva orden ejecutiva de Biden, que no solo no logra el resultado previsto sino que también exacerba el dolor, el caos y el peligro existentes. Las personas que buscan seguridad están ahora atrapadas detrás de una barrera de alambre de concertina, frente a funcionarios de Texas que sólo ofrecen crueldad y desprecio. Por otro lado, se encuentran con organizaciones criminales dispuestas a aprovecharse de su desesperación.
Sin embargo, la vida en la frontera persiste. Ninguna legislación puede apagar la esperanza. Las personas que buscan seguridad todavía encuentran formas de avanzar y la frontera continúa dándoles la bienvenida. La perseverancia de las personas en movimiento, que se esfuerzan por encontrar una vida mejor para sus familias y para ellos mismos, se refleja en la resiliencia de estas comunidades. Continúan apareciendo, ofreciendo apoyo y compasión a los necesitados. Los médicos de Clínica HOPE brindan asistencia a las personas varadas detrás del alambre. De esta manera, las comunidades fronterizas demuestran que, a pesar de los desafíos políticos, la humanidad y la bondad pueden prevalecer, garantizando que la frontera siga siendo un lugar de refugio y oportunidades.
Tanto el poder ejecutivo como el legislativo podrían aprender del ejemplo de asistencia humanitaria real demostrada por estas comunidades fronterizas.
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