Casa Lulú, en Reynosa, México, es más que un albergue; es un lugar seguro lleno de esperanza y amor para varios sobrevivientes de tortura, sobrevivientes de violencia sexual y de género, madres solteras, personas con enfermedades crónicas, solicitantes de asilo y refugiados. Cada grupo que permanece en la casa de seguridad obtiene el mejor acceso a los recursos que necesita para continuar su viaje o para esperar la revisión o aprobación de su solicitud de asilo. Lulú y su esposo Armando administran Casa Lulú, lo cual hacen de forma gratuita por la bondad de sus corazones.
Gracias a organizaciones sin fines de lucro como Global Response Management (GRM), Médicos sin Fronteras, Angry Tías and Abuelas, World Kitchen, y muchas otras, el administrador de Casa Lulú puede brindar numerosos servicios a los residentes de Casa Lulú, la Casa de Los Haitianos, y la población solicitante de asilo sin hogar en Reynosa, Tamaulipas.
Administradores físicos pagados y voluntarios, enfermeras, médicos, intérpretes y otros mantienen Casa Clínica. Cuando una persona se encuentra enfermo, se le envía al paciente al médico o enfermera disponible donde se le trata y recibe medicamento. Si el paciente no puede recibir atención médica porque la clínica carece de personal el paciente es llevado a otro lugar por personal de Casa Lulú y el GRM.
Todo costo, medicamento y consultas médicas son gratuitas para los pacientes migrantes. GRM, Casa Lulú y Casa Clínica cubren los costos de estos servicios, que son posibles gracias a las contribuciones recaudadas de la comunidad a través de Angry Tías y Abuelas y GRM.
Las personas que administran estos dos refugios y hacen este esfuerzo lo hacen porque conocen las necesidades y limitaciones de los refugios de Reynosa. Lulú comenzó a ayudar a los 16 años junto a su padre. El impulso y la inspiración para el trabajo de Lulú y su esposo provienen de él.
En ese tiempo Lulú comenzó a pedir donaciones a su familia y amigos para crear bolsas de comida para los más necesitados de su comunidad, pero siempre ha preferido ayudar a la población migrante.
Lulú y su esposo Armando tienen un amplio conocimiento de los efectos del Título 42 y el MPP (Protocolo de Protección al Migrante) en los migrantes que transitan por Reynosa. Además, comprenden los desafíos que enfrenta la población migrante. Además, tienen un profundo conocimiento, ya que pasaron muchos años ayudando a los inmigrantes en su búsqueda de una vida mejor y el sueño americano. Las actividades de Lulú y Armando para estos refugios se extienden más allá de brindar alimentos, oportunidades, trámites de inmigración y atención médica. También ayudan a restablecer la fe, el amor, la confianza en sí mismos y la autoestima en la comunidad migrante para que ellos y todos los que los ayudan en su desafiante viaje puedan perdurar.
Tenemos fe y sabemos que los esfuerzos de Lulú y Armando continuarán. Tribuno del Pueblo, Lulú y Armando agradecerían la ayuda de la comunidad para comprometerse con otros activistas a poner fin a las prácticas abusivas que México y los Estados Unidos utilizan con frecuencia para oprimir a la población inmigrante. Necesitan apoyo moral y financiero para continuar con su riguroso trabajo en el frente.
Cómo ayudará su contribución:
• Dos Casas (refugios), una para inmigrantes de México, Centro América y Sudamérica, y otra para haitianos.
• Fondos generales para vivienda (alquiler), gas y otros gastos.
• Dos abogados de inmigración de guardia.
• Médicos Sin Fronteras.
• Los propios migrantes se ofrecen como voluntarios para ayudar con las llegadas.
• Atención colectiva.
• Escuela para niños inmigrantes
y más
Venmo: @Casa-Lulu-2018
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