Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer; muchos han aprovechado este mes para evaluar la situación de la mujer en la sociedad.
No hay nada que muestre más claramente el estatus de la mujer que su estatus económico y sus derechos democráticos.
En el frente económico, las mujeres todavía ganan solo el 76.2 por ciento de lo que ganan los hombres y el 87.9 por ciento de las mujeres viven por encima de la pobreza. (Informe del 28 de diciembre de 2020)
En el frente de los derechos democráticos, este año celebramos el Mes Internacional de la Mujer sin protección de la libertad reproductiva por primera vez en más de cincuenta años; esto es el resultado de la anulación de Roe v. Wade en 2022, que despojó de la autonomía corporal a decenas de millones de mujeres.
Las mujeres representan una amenaza para los poderosos
En enero de 2017 se organizaron marchas de mujeres en Estados Unidos en respuesta a la victoria de Trump en la presidencia. El grito de guerra, “¡No vamos a volver!” de la Marcha de las Mujeres cobró impulso para que el Movimiento #MeToo se volviera viral en octubre de 2017, lo que llevó a los jefes de empresas y figuras públicas a rendir cuentas por delitos contra las mujeres.
La voz del movimiento #MeToo irrumpió más allá de los muros de Hollywood y atrajo a sus filas a trabajadores de todas las industrias, razas y clases.
Por ejemplo, Mónica Ramírez de Alianza Nacional de Campesinas, una organización de mujeres trabajadoras agrícolas y de familias de trabajadores agrícolas, escribió una carta que comenzaba con: “Queridas hermanas, aunque trabajamos en entornos muy diferentes, compartimos una experiencia común de ser acosados por individuos que tienen el poder de contratar, despedir, incluir en listas negras y de otra manera amenazar nuestra seguridad económica, física y emocional” (Tribuno del Pueblo).
Luego vino el asesinato de George Floyd en junio de 2020 a manos de la policía en Minnesota. La gente salió a las calles y, en la mayoría de los casos, las mujeres lideraron la rebelión de 22 millones de personas.
Las Marchas de Mujeres, el Movimiento MeToo y la rebelión no solo contra el asesinato de Floyd a manos de la policía sino también contra otras víctimas como Bryona Williams crearon una tormenta perfecta para derrotar contundentemente a Trump en noviembre de 20120. Miles exigieron la desfinanciación y la abolición de la policía, y protestó por el mal manejo de la pandemia, incluido su impacto desproporcionado en los trabajadores afroamericanos y latinos.
La lucha por los derechos de las mujeres y la democracia se está convirtiendo en una batalla por todo. Un hecho que pone en peligro el imperio corporativo del 1%.
El imperio contraataca
En 2022, el Imperio Contraataca. De un solo golpe con la decisión de anular Roe, v. Wade, se negaron los derechos de las mujeres a tener un aborto y su autonomía sobre sus cuerpos. Este fue un ataque frontal a las mujeres y sus familias. Las mujeres son el corazón de la familia y, como resultado, un ataque a las mujeres es un ataque a las familias.
El Roe v. Wade desató un ataque flagrante contra las mujeres. Hoy en día, los médicos sienten que ni siquiera pueden decirles a las mujeres que las complicaciones de su embarazo requieren un aborto, pensando que eso podría conducir a una condena. Los médicos en Texas y otros estados no pueden brindar atención médica sin temor a la inhabilitación, multas enormes y décadas, si no cadena perpetua. En esencia, los médicos y los profesionales ya no pueden brindar atención médica.
Las historias horribles apenas comienzan. Una mujer de Texas necesitaba la extirpación de uno de sus fetos gemelos que tenía una anomalía que probablemente provocaría su muerte, para ayudar a garantizar su salud y la supervivencia del otro gemelo, ella tuvo que salir del estado. A otra mujer se le negó un aborto hasta que su vida estuvo en peligro inminente. Ella entró en sepsis, y luego se realizó el procedimiento. Muchas mujeres que buscan abortar ya tienen hijos, por lo que la ley amenaza a una familia con la pérdida de la madre. Los abortos son parte de la atención médica de rutina a la que toda persona tiene derecho.
El ataque a los derechos reproductivos y el ataque a las personas transgénero, no conformes y de género expansivo es una “herramienta útil” de la derecha religiosa, financiada e impulsada por el 1 por ciento, la clase de megadonantes y corporaciones que controlar los dos principales partidos políticos. El objetivo de estos intereses corporativos dominantes es cultivar un bloque de votantes, armando la religión al servicio del estado corporativo, haciendo que los derechos económicos, los derechos civiles y la participación democrática sean inalcanzables. Y si las mujeres se interponen en el camino, deben recibir un golpe para “mantenerlas en su lugar”.
Pero, las mujeres no se quedan sentadas y simplemente reciben golpes. Están en las trincheras de esta guerra liderando la lucha por los derechos de las mujeres y el cambio revolucionario. La pandemia los despertó como a tantos otros. La pandemia puso al descubierto la desigualdad, la ineficiencia y la crueldad del capitalismo.
Puso de relieve que, si bien los trabajadores esenciales, la mayoría mujeres (trabajadoras de la salud, maestras y trabajadoras de servicios) trabajaron durante horas y sufrieron grandes pérdidas en la vida, los propietarios de mega corporaciones como Amazon, Google, Tesla se hicieron más ricos, mientras ellos se empobrecían.
Hoy las mujeres luchan por todo lo que necesita un ser humano y por su merecido lugar en la mesa.
El Tribuno del Pueblo le trae artículos escritos por individuos y organizaciones, junto con nuestros propios reportajes. Los artículos firmados reflejan los puntos de vista de las y los autores. Los artículos sin firmar reflejan los puntos de vista del consejo editorial. Por favor, dé crédito a la fuente al compartir: tribunodelpueblo.org. Todos somos voluntarios, sin personal remunerado. Haga una donación en http: //tribunodelpueblo.org/ para seguir ofreciéndoles las voces del movimiento porque ningún ser humano es ilegal.
