Nota del editor: El siguiente articulo fue originalmente publicado por Common Dreams.
Mientras un juez federal prorrogaba el miércoles una orden que prohibía temporalmente la deportación de Mahmoud Khalil y surgían nuevos detalles sobre los argumentos de la administración Trump para intentar expulsarlo, expertos legales y otros comentaristas seguían expresando su alarma por la persecución del titular de una tarjeta verde implicado en las protestas propalestinas en la Universidad de Columbia el año pasado.
En una declaración del miércoles, el presidente y director-consejero del Fondo de Defensa Legal, Janai Nelson citó el reciente post de Truth Social del presidente Donald Trump que describía a Khalil como “un estudiante extranjero radical pro-Hamas” y prometió que “este es el primer arresto de muchos que vendrán.”
Nelson advirtió que “la detención de Mahmoud Khalil, y la promesa del presidente Trump de que habrá más detenciones en el futuro, es un presentimiento escalofriante que plantea serias preocupaciones sobre el uso indebido por parte de esta administración del personal encargado de hacer cumplir la ley de inmigración para restringir y castigar actividades protegidas constitucionalmente por la Primera Enmienda. Las tácticas de la administración Trump pretenden avivar el miedo y señalar que la disidencia tendrá consecuencias perjudiciales para la inmigración y otras formas de opresión que pueden incluir la vigilancia, la violencia, la detención e incluso la posible deportación.”
“La ley es clara”, subrayó. “La Primera Enmienda garantiza a los manifestantes el derecho a reunirse pacíficamente y disentir sin represalias del gobierno. Exigimos garantías procesales y la protección de los derechos humanos y civiles para el Sr. Khalil y todos los manifestantes legítimos. Su trato debería alarmar a todos los que creen en la primacía de la Constitución de Estados Unidos y, especialmente, en la libertad de la Primera Enmienda y en la igualdad de protección ante la ley.”