Las protestas se han extendido por todo el país en las primeras semanas de la presidencia de Trump, con protestas contra las políticas de deportación de Trump en Arizona, Arkansas, Missouri, Georgia y Carolina del Norte. En Los Ángeles, la autopista 101 fue cerrada el 2 de febrero para concienciar sobre las amenazas a las poblaciones migrantes e inmigrantes.
Cientos de californianos se manifestaron en el Capitolio del Estado de California el 5 de febrero. Personas de todas las edades y etnias acudieron de todo el estado. Izarion las banderas de Estados Unidos, así como de México y Canadá, y enarbolaron sus pancartas caseras:
- «Sin diversidad, no habría tacos».
- «Nos merecemos algo mejor, en serio, ¡esto es una mierda!».
- «¿Dónde está el Congreso?».
- «Nosotros, el pueblo, luchando contra el fascismo».
- «¡Los derechos de las personas LGTBI son derechos estadounidenses!».
- «¡Nosotros, el pueblo, somos todos inmigrantes!».
Aunque el ataque de Trump y Musk a las agencias federales es generalizado y afectará a personas de todos los ámbitos de la vida, las comunidades pobres y sin vivienda —desproporcionadamente personas de color— están siendo especialmente atacadas. Esto ya está sucediendo. Por poner un ejemplo, la «pausa» o cancelación de todas las subvenciones y pagos federales de la semana pasada solo duró un día, pero, como informó LAist el 7 de febrero, el dinero para los programas de cuidado infantil de Head Start que atienden a miles de niños pobres sigue retrasándose tras la congelación.
Las órdenes ejecutivas que prohíben la «DEI» (Diversidad, Equidad, Inclusión) en todas las agencias federales protegerán y perpetuarán las prácticas racistas y discriminatorias en los programas federales de vivienda y bloquearán la aplicación de las leyes de derechos civiles, según ha informado la Coalición Nacional de Viviendas para Personas con Bajos Ingresos (1/24/25). La orden ejecutiva de congelación de la contratación debilitará al Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD), que administra programas de vivienda como la Sección 8 (Vales de Elección de Vivienda) y otras inversiones en viviendas para personas con bajos ingresos. La eliminación de las protecciones para las personas transgénero eliminará la vivienda justa y las protecciones legales en los refugios y la vivienda pública. La orden ejecutiva que ataca a las «jurisdicciones santuario» que se han negado a cooperar con el ICE y la aplicación de la ley federal de inmigración, tiene como objetivo bloquear la financiación federal de sus programas locales y estatales de vivienda. La orden ejecutiva que levanta las restricciones a las detenciones del ICE en los refugios y centros de ayuda en caso de desastre ahuyentará a los miembros vulnerables de las comunidades de migrantes e inmigrantes que se encuentran en crisis.
Más allá del impacto inmediato de las órdenes ejecutivas, la administración Trump, con la cooperación de muchos en el Congreso, ha anunciado su intención de recortar 2 billones de dólares del presupuesto federal de 6,75 billones de dólares. Expertos de la Brookings Institution, analizando las propuestas presupuestarias presentadas durante el anterior mandato de Trump, han proyectado que los apoyos cruciales para las personas pobres y sin hogar se reducirán y eliminarán en una escala que no se ha visto desde la década de 1930, durante la Gran Depresión.
Estos recortes, que ya se habían propuesto anteriormente pero que fueron bloqueados por el Congreso o los tribunales, incluyen el desmantelamiento de los beneficios de los cupones de alimentos, Medicaid y los ingresos por discapacidad del Seguro Social (SSI), que sostienen las necesidades básicas de supervivencia de muchas personas sin hogar. He aquí un vistazo a lo que se puede esperar sobre la base de las propuestas presupuestarias anteriores:
- Bloquear los beneficios de cupones de alimentos (SNAP) para 3 millones de personas con ingresos entre el 130 % y el 200 % del umbral de pobreza (20 000-31 000 dólares al año) y poner fin a las prestaciones mínimas, lo que afectaría a otros 2 millones de personas;
- Exigir a los estados que paguen el 25 % de los costes de los cupones de alimentos y permitir la reducción de los niveles de prestaciones;
- Eliminar los beneficios de cupones de alimentos para personas de entre 18 y 49 años que no estén discapacitadas ni críen a sus hijos en casa, con diversos requisitos laborales y limitaciones de tiempo impuestos;
- Derogar la ACA («Obamacare») y eliminar su ampliación de Medicaid, que extendió la cobertura a personas por debajo del 133 % del umbral de pobreza;
- Imponer límites de financiación a Medicaid como parte de un recorte de financiación de 1 billón de dólares a lo largo de 10 años;
- Aumentar los alquileres de los inquilinos de la Sección 8 (Vales de Elección de Vivienda), eliminar la asistencia con los gastos de servicios públicos y poner fin a la financiación federal de una serie de programas locales de construcción de viviendas para personas con bajos ingresos;
- Recortar los Ingresos Suplementarios del Seguro Social (SSI), reducir la elegibilidad para las prestaciones y eliminar o reducir otros tipos de asistencia en efectivo (como el bienestar infantil o TANF).
La lista es desalentadora, pero se puede y se debe luchar contra ella, punto por punto, línea presupuestaria por línea presupuestaria. Consulte con su comunidad. Este es el momento de estudiar, comprender y participar.
El día después de las elecciones, el Movimiento Sunrise tuiteó lo siguiente: «Trump ama a las corporaciones incluso más que los demócratas, pero llevó a cabo una campaña antisistema que dio respuesta al deseo de cambio de la gente». A medida que los movimientos sociales responden a la indignación por las políticas de Trump y vinculan sus acciones a una agenda real de cambio transformador, desmienten la pretensión de que ofrece algún tipo de alternativa real a una democracia gobernada por las élites y una economía diseñada para servir a los ricos. «Podemos detenerlo, y debemos hacerlo», añadió Sunrise. «Pero va a hacer falta que muchos miles de personas salgan a la calle y se preparen para la huelga. Y va a hacer falta que los movimientos de masas presenten una visión mejor para nuestro país que el trumpismo y demuestren que podemos hacerlo realidad».
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