Friendship Park fue creciendo desde 1971 cuando la primera dama Pat Nixon declaró su intención de promover e inaugurar un parque internacional de la amistad en la región fronteriza de Tijuana-San Diego en territorio Kumeeyay. Al pasar los años, y después de una fuerte lucha colectiva para crear esas conexiones entre familias, esta zona árida floreció y trajo esperanza a muchas personas que habitaban en ambos lados pero que desafortunadamente no podían tener contacto físico con sus seres queridos más que el contacto por medio de la yema de los dedos.
La región florece, sin embargo, el actual presidente Joe Biden concluirá una obra de construcción de un muro de 30 pies o 9.15 metros de altura que Donald Trump había dictado. Las consecuencias de este nuevo muro serán devastadoras para las familias.
En primera instancia, se cumplirá la promesa política discriminatoria y racista de Trump lo cual lo catapultó a la presidencia. En segunda instancia, ha anulado desde febrero del 2020 cualquier contacto físico entre familiares que residen en ambos lados de la frontera.
San Diego Border Patrol tiene planeado cerrar definitivamente el cruce hacia Friendship Park y así, cerrar el parque en su totalidad. Además del nulo contacto físico tras el cierre del parque, la altura del muro dará nula visibilidad del paisaje natural que se puede apreciar del Océano Pacífico y que tantas personas disfrutan a diario.
Friendship Park hospeda un jardín binacional con plantas originarias en territorio Kumeyaay caracterizada por su inmensa biodiversidad. En febrero del 2020, San Diego Border Patrol arrancó de raíz más de 120 plantas del jardín y destruyó cualquier señalamiento que dirigía rutas hacia el parque. Hasta ahora San Diego Border Patrol no ha recompensado ni ha cumplido con las promesas de restaurar el área protegida.
Friendship Park también hospeda la Iglesia Fronteriza (Border Church) donde las personas se congregan para una misa religiosa. El propósito de esta congregación es alentar la unidad ante la división y el daño que causa la frontera. En ambos lados, el Fandango Fronterizo consiste en reunir a la comunidad por medio de la música para aliviar la presión de la militarización de la frontera y crear conciencia sobre la magnitud y el peso que las comunidades tienen cuando trabajan en conjunto.
Es hasta el día de hoy que San Diego Border Patrol ha mantenido el parque cerrado y le ha puesto cualquier pequeño pretexto para crear grandes obstáculos a la gente que la visitaba para que no tengan acceso al parque a pesar de la incansable demanda de la comunidad, activistas y organizaciones por mantener el área natural de la región abierta.
Hoy marca el día 1000 que el parque ha sido cerrado. Marca el día en que las familias no pueden conectarse físicamente. Es el día 1000 que la naturaleza del parque sigue destruída y abandonada y que por más que la madre naturaleza nos regala esos frutos, las políticas migratorias racistas y sus actores por excelencia nos las arrebatan. Cada día que pasa, destruyen los puentes que las comunidades han creado para la unión pacífica y hermandad.
Es el día 1000 que San Diego Border Patrol ha cerrado las puertas de Friendship Park, pero nunca cerrará las esperanzas, ímpetu y fortaleza que la comunidad demuestra día a día por medio de sus luchas y abogacía. Exijamos que San Diego Border Patrol abra las puertas de Friendship Park y que desmilitarice la zona. Exijamos paz y justicia para los pueblos fronterizos y para el territorio Kumeyaay.
La lucha por reabrir este parque de unión y hermandad sigue y no parará. ¡Apoya a la causa BUILD THAT PARK! al seguir nuestras redes sociales en Instagram @friendshipparkusmx, on Facebook atfacebook.com/FofPark and on Twitter @FofPark.
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