Nota del editor: Con motivo del mes de junio, mes del orgullo LGBTQ+, presentamos un poema de Sadie Mae, una lesbiana transexual de clase trabajadora de Oklahoma. Sus pronombres son ella/ella/ellos. Vive en Chicago con su novia y sus dos gatos.
Un par de tijeras yacían rotas a mis pies
Me agaché para recoger las hebras caídas para hilarlas
En oro fundido vertido en mis heridas
El dolor era como renacer
Sus dedos trazan mis costuras, ahora resplandecientes
Zarcillos o un sistema de túneles excavados por hormigas sagradas
“Nunca hubo nada malo en ti”.
Nunca hubo nada malo con ninguno de nosotros
En cerdos fecundos y fragantes bosques de jardín
Que estaban destinados a bloques de carnicero
Raíz de trufas sin ser molestados por los cazadores
Ninguno de nosotros, de hecho, ya no es cazado.
Ahora crecemos juntos donde antes nuestras ramas
habrían sido podadas con esas herramientas que niegan la vida:
El bisturí, la tijera, el orbitoclasto, la ley,
El roofie, el anillo, la píldora de dieta, la pistola
Pero los fundimos todos en el fuego de la rabia
Hirviendo la agria bilis en nuestros estómagos por todo lo arrebatado
Todo lo cortado, robado y confiscado
Y los convertimos en martillos y vigas
Con estas nuevas herramientas trabajamos como uno solo
Para reconstruir la tierra fracturada y envenenada
Y arrancamos las raíces que nos estrangulaban
El dolor fue como un renacimiento
A pesar de los espectaculares avances del movimiento transgénero en la última década, que se han traducido en una mayor concienciación pública e importantes victorias jurídicas, las personas trans siguen sufriendo una flagrante discriminación, altos niveles de violencia y malos resultados en materia de salud.
- Violencia contra las personas trans: las personas trans sufren violencia a un ritmo mucho mayor que la media de las personas. Más de la mayoría (54%) de las personas trans han sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja, el 47% han sido agredidas sexualmente a lo largo de su vida y casi una de cada diez fueron agredidas físicamente entre 2014 y 2015.
- Falta de cobertura medica: Un análisis de la Fundación HRC reveló que el 22% de las personas trans y el 32% de las personas trans de color no tienen cobertura medica. Más de una cuarta parte (29%) de los adultos trans han sido rechazados por un médico o proveedor de atención médica debido a su identidad de género.
- Estigma, acoso y discriminación – Hace aproximadamente media década, solo una cuarta parte de las personas en Estados Unidos apoyaban los derechos trans, y el apoyo aumentó al 62% en el año 2019. A pesar de este progreso, la comunidad trans todavía se enfrenta a un estigma considerable debido a más de un siglo de ser caracterizados como enfermos mentales, socialmente desviados y sexualmente depredadores.
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