El 30 de enero de 2022, cientos de personas en Chicago se presentaron para mostrar su apoyo a las familias y comunidades afectadas por la muerte de Tyre Nichols, Keenan Anderson y el defensor de la tierra Tortuguita. A pesar de ser un día de semana y el clima alcanzó un mínimo de 6 grados, cientos de manifestantes tomaron las calles de Chicago. Aunque fue un evento de solidaridad, los organizadores señalaron la propia historia de Chicago con la brutalidad policial. Mientras los manifestantes marchaban por el centro de la ciudad, dijeron los nombres de Tyre, Keenan y Tortuguita, pero también dijeron los nombres de Laquan McDonald y Adam Toledo; Dos jóvenes asesinados por CPD.
Con la elección de la alcaldía de Chicago acercándose, varios candidatos a la alcaldía estaban entre la multitud como una forma de mostrar su apoyo a la causa. Sin embargo, los oradores de la protesta les hicieron saber que presentarse no era suficiente, sino que lo que la comunidad realmente quiere del próximo alcalde es quitar fondos y desmantelar el Departamento de Policía de Chicago (CPD).
Aunque la muerte de Tyre Nichols ocurrió en Memphis, su muerte se sintió en todo el país porque es una historia que hemos escuchado demasiadas veces. La desafortunada muerte de Tyre ha sido descrita como extremadamente similar a la golpiza de Rodney King en Los Ángeles que ocurrió en 1991. Sin embargo, en el caso de Tyre, se creía que fue golpeado por un grupo de cinco policías negros. Mucha gente suele pensar que la brutalidad policial es simplemente una cuestión de policías blancos contra negros, pero la muerte de Tyre nos recuerda que estamos luchando contra todo el sistema.
La raza, el género o el estatus socioeconómico de un policía no importa cuando trabajan en contra de nuestras comunidades. La diversificación de la fuerza policial no nos protegerá. De hecho, mucha gente cree que los policías negros y latinos a veces pueden ser los policías más difíciles de encontrar. No ha habido suficientes estadísticas que demuestren que son más violentos pero muchas personas sienten que los policías que no son blancos sienten que tienen algo que demostrar, por lo que elegirán ser más duros con las personas como una forma de ser aceptados dentro de la fuerza policial.
Independientemente de lo duro que pueda ser un policía de color, la realidad es que siempre experimentará un trato diferente en comparación con sus compañeros blancos. En el caso de Tyre Nichols, los cinco policías negros fueron despedidos inmediatamente. Sus fotos fueron difundidas rápidamente por todos los medios y fueron llamados “ex policías”, algo que no se ve en muchos casos de brutalidad policial. Poco después de la publicación de las imágenes de la cámara corporal, se reveló que un sexto oficial estuvo involucrado en el incidente. Sin embargo, se protegió su identidad y se le puso de baja antes de que finalmente lo despidieran. Fue uno de los primeros oficiales en la escena y se le puede ver disparando a Nichols en las imágenes de la cámara del cuerpo. La única diferencia entre el sexto oficial y los primeros cinco oficiales es que era blanco.
No se puede reformar este sistema racista. Los manifestantes en Chicago nos recordaron esto cuando gritaron el nombre de Tyre Nichols, pero también los nombres de víctimas pasadas como Keenan Anderson, Tortuguita, Laquan Mcdonald, Adam Toledo, Sandra Bland, George Floyd, Breonna Taylor y muchos más. Emplear más policías o reformar la policía no detendrá la violencia; el pueblo exige la abolición.
En palabras del Reverendo William Barber y Jonathan Wilson-Hartford:
“El linchamiento público de Tire Nichols es un duro recordatorio de que vivimos en un Estados Unidos donde la vida de algunas personas se considera prescindible. Los oficiales que asesinaron a este hombre no actuaron solos. ¿Quién más mató a Tyre? Cada político que ha guardado silencio sobre los problemas de la política pública violenta que niega a algunos estadounidenses los derechos humanos básicos como la vivienda, la atención médica y un salario digno. Además, cada predicador y líder moral que permanece callado y no desafía la brecha de valores en nuestra sociedad hasta que otra fatalidad es captada por la cámara. ¿Quién más es responsable de esta brutalidad? Todos los estadounidenses que se han negado a creer en los activistas en el terreno que claman por justicia, y todos los políticos que perdieron la oportunidad de decir: “No hay otros proyectos de ley en el Congreso hasta que tengamos una reforma policial, derechos de voto, salarios dignos y atención médica universal. ”
El término “abolición” se ha vuelto cada vez más popular después de 2020, pero la gente todavía desconfía de usar la palabra. Abolir el departamento de policía puede parecer caos y anarquismo para algunos, pero lo que realmente significa es invertir en prácticas preventivas en lugar de financiar la violencia policial. Las prácticas preventivas en Chicago pueden significar invertir en educación, artes, reabrir nuestras clínicas de salud mental, escuchar las demandas de las comunidades y mucho más. En Chicago, la policía recibe el 40% del presupuesto de la ciudad. En lugar de pagarle a la policía para que intimide y dañe a nuestras comunidades, ese dinero podría usarse para prevenir el crimen invirtiendo en recursos comunitarios. La historia nos ha enseñado que la policía no protege a nuestras comunidades. Nosotros nos protegemos.
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