Nota del editor: El siguiente artículo es un texto original enviado por Leno-Rose Avila, amigo del Tribuno del Pueblo y People’s Tribune.
Diana Flores, una mujer menuda con largo cabello negro azabache, es mariscal de campo del equipo femenil de futbol bandera de México. Ganó la medalla de oro y el campeonato mundial en los World Games, un evento de estilo olímpico, superando a un destacado equipo de Estados Unidos en un juego cerrado y reñido. En los últimos segundos del partido, desde las gradas se entonó el himno de la victoria “Cielito Lindo”. El equipo femenil mexicano hizo historia en su debut de futbol bandera en esta competencia mundial. Tras ganar, la Sra. Flores exclamó: “Es un sueño hecho realidad para mí, para todo el equipo y para la comunidad de futbol bandera en México”.
“Siempre hemos estado entre las mejores, y hoy hemos demostrado que el mejor futbol bandera del mundo se juega en nuestro país. Esto marca el inicio de una nueva era”, declaró Diana. “Estoy muy orgullosa de lo que cada una de las jugadoras mexicanas hizo en el campo. Esos últimos segundos esperando que terminara el juego para saborear la gloria fueron indescriptibles”, explicó Flores.
La recién egresada de la carrera de Mercadotecnia y Comunicación del campus Santa Fe del Tec de Monterrey confirmó que la victoria muestra el nivel en el que se practica este deporte en todo el país. Ver videos de los equipos de Estados Unidos y México en los momentos finales de los juegos de campeonato llena de orgullo ante estas atletas increíbles.
En el pasado, la mayoría consideraba a Flores demasiado baja para ser mariscal de campo del equipo. Aun así, jugó en muchas otras posiciones con las Aztecas y eventualmente asumió el puesto de liderazgo principal. En los últimos cuatro años, las Aztecas han sido uno de los equipos élite en la competencia internacional. Como todo atleta sabe, no es fácil mantenerse uno mismo y al equipo en un nivel tan alto de profesionalismo.
Este equipo Azteca es una máquina bien aceitada y emocionalmente impulsada por los talentos más sorprendentes. Esta victoria mundial es mérito de ellas, de sus entrenadores y de sus familias, que nunca dejaron de apoyarlas. La selección mexicana celebró en Estados Unidos la noche del 14 de julio con algunos familiares. Los padres y hermanos de Diana son muy importantes para ella, y aunque en esta ocasión no pudieron acompañarla en persona, dijo: “Ellos son mi motivación. Quiero regresar allá (a la Villa Olímpica) y hablar con ellos por teléfono”.
La mariscal de campo del equipo estadounidense, Vanita Krouch, es como Diana: competente y profesional, y es maravilloso ver a estas dos líderes que se respetan mutuamente y están listas para más juegos y competencias.
El apoyo financiero al deporte femenil en comparación con el varonil es un reflejo del sexismo en el deporte. Las atletas mujeres deberían recibir el pago que merecen, y a medida que el público muestre más interés en los deportes femeniles, ellas podrán exigirlo. El público aficionado al deporte está interesado en ver tanto a hombres como a mujeres sobresalir en sus disciplinas respectivas. Debemos alentar a más niñas a dar lo mejor de sí y apoyarlas en cualquier ámbito que elijan.
