Un trabajador esencial es un nuevo término que ha surgido durante la pandemia de coronavirus. Cuando tomaron efecto las órdenes ejecutivas que exigían que la mayoría de las personas se quedaran en casa, los trabajadores esenciales eran reconocidos como aquellos trabajadores que arriesgaban sus vidas para que otros pudieran quedarse en casa y estar a salvo del coronavirus.
Incluye a muchos trabajadores, pero no a todos: trabajadores que prestan cuidado médico, bomberos, policías, trabajadores agrícolas; y algunos negocios específicos, como los mercados, que llevan artículos necesarios (papel higiénico, desinfectante, alimentos, etc.), gasolineras– mientras que la mayoría se quedaba en casa. Muchos pudieron trabajar desde casa.
El uso de la palabra “esencial” ha hecho que otros se sientan como lo opuesto a lo esencial: que son reemplazables y no necesarios. Parte de este sentimiento se utilizó para forzar la apertura de la economía a medida que las empresas alcanzaban un punto de no retorno. Esta etapa planteó la supervivencia económica en contra a la salud de los miembros de la comunidad.
Es interesante que los trabajadores agrícolas ahora se consideran mágicamente “esenciales” porque están asegurando que los alimentos estén disponibles en nuestros mercados y lugares como hospitales y residencias de ancianos.
Los trabajadores agrícolas están siendo descubiertos según sea necesario cuando han sido prescindibles y deportables. El problema de llamar al trabajador agrícola “esencial” es que este no tenían otra opción que trabajar, ya que estaba excluido de las protecciones o del salario adicional.
Está bien documentado que tal vez el 60% de los trabajadores agrícolas son indocumentados y han sido excluidos de la asistencia federal de estímulo o de los beneficios del seguro de desempleo. Incluso en aquellos hogares donde uno de los adultos era indocumentado y el otro adulto un ciudadano, toda la familia fue excluida de recibir un cheque de estímulo! ¡Debemos llamar a esto una hipocresía! ¿Cómo podemos llamarlos héroes cuando su seguridad y salud no están garantizadas.
Esta hipocresía debe parar. Es una injusticia. Debemos exigir que todas las personas sean protegidas y reciban la asistencia financiera por igual, ya sean indocumentados, empleados o desempleados. Además, debemos exigir el ajuste del estatus migratorio porque no sólo son esenciales, sino que también son contribuyentes y una parte legítima de nuestro país!! ¡Estamos juntos en esto!
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