Nota del editor: El siguiente artículo fue publicado originalmente por Melissa del Bosque de The Border Chronicle el 30 de Septiembre de 2025.
Cómo la Operación Estrella Solitaria liderada por los republicanos en Texas se convirtió en el modelo de Trump para enviar tropas a ciudades lideradas por los demócratas.
El 15 de septiembre, el presidente Donald Trump ordenó a la Guardia Nacional y a agentes federales que se desplegaran en Memphis, una ciudad de mayoría negra gobernada por un alcalde demócrata.
El plan fue respaldado por el gobernador de Tennessee, Bill Lee, y los senadores Marsha Blackburn y Bill Hagerty, todos republicanos y aliados de Trump. Sin embargo, el alcalde Justin Young rechazó el plan. “No pedí la Guardia Nacional” Young dijo “Y no creo que sea la manera de reducir la delincuencia, pero esa decisión ya se ha tomado”.
El despliegue de tropas por parte de Trump en ciudades estadounidenses controladas por sus oponentes políticos ha sido considerado por muchos extraordinario e inconstitucional. Pero es una medida familiar para los residentes fronterizos de Texas, cuyas comunidades han sido ocupadas por tropas de la Guardia Nacional desplegadas por estados liderados por republicanos, incluido Tennessee, desde 2021.
La frontera entre Texas y México es mayoritariamente latina y se inclina por los demócratas en un estado gobernado por republicanos. Desde la llegada del gobernador de Texas, Greg Abbott la Operación Estrella Solitaria lanzada en marzo de 2021, Abbott y otros gobernadores alineados con MAGA han gastado miles de millones de dólares de sus contribuyentes para enviar tropas y policías a la frontera. Los residentes se han enfrentado a la perfilación racial, y los migrantes arrestados por cargos criminales han sido recluidos en cárceles estatales con poca supervisión o transparencia. Mientras tanto, los medios nacionales han retratado a las comunidades fronterizas como peligrosas, a pesar de que las estadísticas del FBI demuestran que están entre los más seguras del país.
Si bien gran parte del país desconoce que Operación Estrella Solitaria, ha servido como campo de pruebas para la campaña de deportación masiva de Trump y para sus despliegues de tropas. Desde el 2021, tropas y policías de estados liderados por MAGA han sido entrenados juntos en la frontera de Texas, compartiendo inteligencia y desarrollando procedimientos para abordar “crimen fronterizo”. Recientemente, seis de estos estados desplegaron tropas en Washington, DC, a pesar de que sus propias ciudades tienen tasas de criminalidad más altas que la capital del país.
Según los expertos militares, tanto las normas constitucionales como los límites de pactos interestatales, se han visto socavados por la Operación Estrella Solitaria y el despliegue de tropas de Trump. Mientras tanto, los residentes fronterizos de Texas han tenido que aprender duras lecciones sobre cómo proteger a sus comunidades. Estas lecciones, dicen, podrían ayudar a otras ciudades lideradas por la democracia como Memphis mientras se enfrentan a la militarización de Trump.
El laboratorio de aprendizaje MAGA
Hace dos años, Eagle Pass, una pequeña ciudad fronteriza de Texas, se convirtió en el centro de la ocupación MAGA. El parque municipal de la ciudad fue confiscado por el gobernador en 2024, cercado y custodiado por soldados armados de la Guardia Nacional. Aliados de MAGA, incluyendo Elon Musk, Tom Homan y el gobernador de Tennessee Bill Lee, así como el propio Trump, visitaron Eagle Pass y ofrecieron conferencias de prensa en Shelby Park, que se transformó en una instalación militar de facto. En vísperas de las elecciones presidenciales, aprovecharon esta oportunidad para promover la teoría racista del “gran reemplazo”, afirmando que el presidente Joe Biden y los demócratas estaban invitando a los migrantes al país para reemplazar a los votantes blancos y que el país estaba siendo invadido. Esta narrativa, argumentaron, justificaba el uso de la fuerza militar para contrarrestar la supuesta invasión. La retórica de la invasión ayudó a normalizar los despliegues militares en las comunidades estadounidenses, convenciendo a estadounidenses que los Estados Unidos está bajo amenaza.
“Éramos un laboratorio de aprendizaje”, dijo Amerika García-Grewal, residente de Eagle Pass y cofundadora de Federación Frontera, una organización de defensa fronteriza. Expresó su frustración por cómo su ciudad se convirtió en tema de conversación nacional en los medios de derecha, mientras que los medios tradicionales no cuestionaron los argumentos de MAGA. “El programa de Dr. Phil me llamó”, dijo García-Grewal, “y me pidió que fuera su invitada para hablar sobre la trata de menores. Les dije que no es un problema en Eagle Pass, así que no me quisieron en el programa”, añadió. “Existen estas narrativas basadas en el miedo; no son reales, pero se recogen y se propagan. El miedo genera clics en YouTube, vende anuncios y genera más dinero para las corporaciones. Fue increíblemente frustrante no poder superar esa narrativa basada en el miedo en los medios nacionales y no poder hablar de nuestras verdaderas necesidades, como la escasez de agua en el sur de Texas”.
García-Grewal dijo que su consejo para ciudades como Memphis es centrarse en las necesidades de la comunidad, “y no en lo que les dice la maquinaria de las redes sociales de la derecha”. Añadió: “No se distraigan. No se dejen llevar por el miedo. No se trata realmente de seguridad. Están robando millones de dólares de los contribuyentes para cosas que realmente mantienen seguras a las comunidades, como la educación, los centros comunitarios y la atención médica, y entregándoles a empresas privadas, las fuerzas del orden y el ejército”.
Desde 2021, Texas ha gastado más de 11 mil millones de dólares en ocupar comunidades fronterizas y arrestar y encarcelar a migrantes. Esto ha creado una economía y un electorado arraigado. En un estado con el mayor número de inmigrantes del país, 11.º nivel de pobreza más alta, se han destinado fondos para la salud y los servicios humanos, la justicia juvenil y la red eléctrica a las fuerzas del orden y a los despliegues militares. El dinero también se ha destinado a construir muros, tender kilómetros de alambre de púas y flotar barreras de boyas en el Río Grande. Algunas de las comunidades más empobrecidas del estado se encuentran en la frontera, y para recibir fondos de la Operación Estrella Solitaria, los líderes de ciudades y condados deben firmar declaraciones de desastre e invasión, lo que respalda la militarización de sus comunidades.
Roberto López, quien creció en el Valle del Río Grande, dijo que cuando comenzó la Operación Estrella Solitaria, los cambios “llegaron rapidísimo”. Ahora, gerente sénior de defensa de la organización sin fines de lucro Proyecto de Derechos Civiles de Texas López dijo: “Parecía que cada dos meses había algo nuevo: una declaración de desastre, una declaración de invasión. Sembró mucho miedo”.
Al mismo tiempo, ha enriquecido a una parte de la población, incentivando la continuación militarización de la frontera. “Tengo familiares que están en ICE, que están en la Patrulla Fronteriza, porque es un trabajo bien pagado, y no hay muchos de esos en la frontera”, dijo. “El pago de horas extras de la Operación Estrella Solitaria significa que tienes acceso a riqueza y movilidad social que simplemente no está disponible en otros campos”.
Los restaurantes y hoteles locales también se benefician de los despliegues. Los líderes de la ciudad y el condado han utilizado los fondos de la Operación Estrella Solitaria para cubrir sus necesidades presupuestarias. Un análisis reciente del Houston Chronicle encontró que millones, con poca supervisión se han gastado en artículos como camiones tuneados, una oficina de medicina forense y en cubrir los déficits presupuestarios del condado. “Esto hace que la gente se interese profundamente en difundir la idea de que la violencia despiadada es la única forma de acercarse a la frontera”, dijo López.
Desde que se lanzó la Operación Estrella Solitaria, ha carecido de una fecha de finalización y de una métrica claramente definida para medir su éxito. Investigaciones por ProPublica y otros han descubierto que muchos arrestos e incautaciones de drogas —citados por el gobernador y los líderes estatales para reforzar las cifras de la OLS— provenían de ciudades sin conexión con la frontera. Sin embargo, ninguno de estos informes ha tenido impacto en la Legislatura de Texas. Si bien los cruces fronterizos han disminuido considerablemente desde mediados de 2024, los legisladores designaron recientemente otros 3,400 millones de dólares para la iniciativa militar y a principios de septiembre, según se informó, Abbott estaba listo para enviar la Guardia Nacional de Texas a Chicago.
De manera similar, el presupuesto de Trump, que transfiere miles de millones de dólares de programas de seguridad social como Medicaid a las fuerzas del orden y al ejército, creará una economía centrada en la militarización de las comunidades estadounidenses, mientras que los servicios que hacen que las comunidades sean más saludables y seguras desaparecerán.
A medida que la administración Trump expande el mayor centro de detención del mundo, estadounidenses se verán obligados a luchar por sus derechos civiles y constitucionales o arriesgarse a perderlos, dijeron López y García-Grewal. “Documenten todo lo que puedan”, dijo López. “Tomen fotos y videos, y sepan qué hacer y decir si las fuerzas del orden se enfadan. Porque la discriminación racial va a aumentar drásticamente. El acoso y las interacciones desagradables van a aumentar drásticamente. La comunidad lo es todo. Porque cuando salimos a la calle, asistimos a capacitaciones y forjamos relaciones, significa que somos más fuertes y podemos protegernos”.
Después de que la Operación Estrella Solitaria ocupará Shelby Park, García-Grewal señaló que ella y otros residentes tuvieron que demandar continuamente acceso al parque para sus eventos de vigilancia fronteriza, una reunión mensual de oración en reconocimiento a las muertes de migrantes. “Los soldados nos decían una y otra vez que nos mantenían fuera por nuestra propia seguridad”, dijo. “Y yo les respondía: ‘No entiendo cómo me protegen quitándome mi derecho constitucional a la libertad de culto'”. Tras cierta resistencia, los soldados empezaron a dejarlos entrar. “Si no hubiéramos afirmado que teníamos el derecho constitucional a la libertad de culto, nos habrían dejado fuera. Simplemente repetimos: ‘No pueden tener estos derechos. Los estoy ejerciendo activamente’. Porque si no, el poder nos va a quitar todo lo que pueda”.
Una encrucijada para la Guardia Nacional
En el 2021, Abbott dio a los soldados de la Guardia Nacional unos días para organizar sus asuntos personales antes de ser desplegados en la frontera bajo la Operación Estrella Solitaria. Normalmente, la guardia responde a desastres naturales durante períodos cortos. Si son llamados al extranjero, el gobierno federal les concede varios meses para organizar sus asuntos antes de partir para un servicio prolongado.
Inicialmente, los soldados fueron informados que su despliegue duraría un año. Debido a la movilización apresurada y la mala planificación, los soldados informaron que el pago estatal era inconsistente o inexistente, y su propósito en la frontera no estaba claro. Muchos desconocían cuándo podrían regresar a sus trabajos y familias, lo que provocó la pérdida de negocios y en matrimonios rotos. Lo que se suponía que sería una misión de un año se ha extendido a más de cuatro años. Al menos 17 soldados han muerto mientras estaban desplegados bajo la Operación Estrella Solitaria, incluidos dos en accidentes vehiculares, dos por disparos accidentales y siete por suicidio.
A medida que Trump expande el modelo de la Operación Estrella Solitaria a nivel nacional, la Guardia Nacional se encuentra en un “punto de inflexión en la historia en el que los historiadores futuros hablarán sobre este momento”, dijo el historiador militar Andrew Wiest, director fundador de la Centro Dale para el Estudio de la Guerra y la Sociedad en la Universidad del Sur de Mississippi. “La Guardia Nacional es una de las instituciones más complejas del país. Y ahora nos encontramos en una situación en la que dudo en adivinar cuántos casos en la Corte Suprema habrá sobre esto”, dijo, refiriéndose a los despliegues de Trump en Los Ángeles; Washington, D. C. y ahora Memphis y Portland, Oregón.
Wiest comparó la situación con la de la década de 1960, cuando los gobernadores del sur utilizaron la guardia estatal para imponer la segregación y el “presidente a su vez los federalizó para hacer exactamente lo contrario”.
Incluso entonces, la guardia estatal operaba principalmente dentro de sus propias fronteras. Eso cambió en 2005 con el huracán Katrina; en ese momento, muchos miembros de la guardia se encontraban en el extranjero combatiendo en guerras “largas y agotadoras” en Irak y Afganistán, dijo Wiest. “La guardia de Mississippi había desaparecido, así que dependemos en gran medida de unidades de otros estados para que nos ayudaran”.
Los estados comenzaron a formar Pactos de Asistencia para la Gestión de Emergencias (EMAC) para permitir que soldados de otros estados brindaran asistencia durante desastres naturales, según el teniente coronel retirado Paul Lyon, director ejecutivo del Centro Dale para el Estudio de la Guerra y la Sociedad. “Hasta el huracán Katrina, nunca habíamos utilizado la guardia de otros estados de esa manera”, afirmó.
Ahora se le pide a la guardia que cruce las fronteras estatales para combatir la delincuencia o hacer cumplir las leyes de inmigración indefinidamente. En 2022, Abbott y el entonces gobernador de Arizona, Doug Ducey, formaron la fuerza de ataque fronterizo de gobernadores estadounidense, firmando un memorando de entendimiento entre 26 estados liderados por republicanos para compartir inteligencia y coordinar operaciones. Estos estados enviaron tropas y policías a la frontera de Texas bajo la Operación Estrella Solitaria y anunciaron una “operación policial multi estatal”, según se informa “incautan drogas, armas de fuego y municiones”.
Tres años después, la expansión de la misión es evidente, ya que el enfoque paso del “crimen fronterizo” a la vigilancia policial del aborto provocado y atención de afirmación de género para las personas trans fronterizas. Muchos estados en la “fuerza de ataque fronteriza” han prohibido el aborto y la atención médica de afirmación de género. Texas está ampliando aún más los límites al establecer prohibiciones de viaje para mujeres y personas trans que buscan servicios fuera del estado e intentar arrestar a quienes lo hacen, se recuerda a los estados esclavistas anteriores a la Guerra Civil que perseguían a personas esclavizadas a través de las fronteras estatales.
Wiest y Lyon señalaron que es legal que la Guardia Nacional, bajo control estatal o Título 32, haga cumplir las leyes. “Pero ahora la pregunta es: “¿se pueden enviar tropas bajo el Título 32 a un estado que no las acepta?”, preguntó Lyon.
Las tropas movilizadas por el gobierno federal, bajo el Título 10, como las que Trump envió a Los Ángeles, no pueden participar en la aplicación de la ley nacional bajo la Ley Posse Comitatus. Después de que los líderes de California impugnaran la ocupación de Trump en los tribunales, un juez federal lo gobernó ilegal.
Esto podría explicar por qué Trump se ha retractado de enviar tropas a Chicago, donde el gobernador demócrata también ha amenazado con una demanda. El sábado, sin embargo, Trump anunció que enviará tropas a Portland, “devastado por la guerra”, en Oregón, otro estado gobernado por los demócratas, una medida que será impugnada en los tribunales, como ocurrió en California.
Para continuar con sus ocupaciones, la administración Trump ha ideado una solución alternativa, que ha utilizado en las comunidades fronterizas de Texas: encontrar un gobernador republicano, como el de Tennessee, que apruebe el envío de tropas a una ciudad gobernada por los demócratas.
Incluso antes de la Operación Estrella Solitaria, la región fronteriza de Texas enfrentaba años de “oleadas’ prerrogativas” y operaciones de seguridad fronteriza. El ex oficial de policía Eric Gamino, quien creció en el Valle del Río Grande, participó en una de esas operaciones y dijo sentirse como un “actor en una farsa”. Era “teatro político”, dijo. Los líderes estatales buscaban crear “esta imagen de anarquía y caos, y por lo tanto, la única respuesta institucional fue la militarización”. Gamino finalmente dejó las fuerzas del orden y ahora es profesor asociado de criminología y estudios de justicia en la Universidad Estatal de California, Northridge. Recientemente presenció el despliegue militar de Trump en Los Ángeles y señaló: “Están imitando la estrategia que usaron en la frontera. Estamos viendo el mismo teatro político en el interior ahora”.
Varios generales retirados, en un escrito de amicus apoyaron el caso de California, diciendo que los despliegues “profundamente politizados” dañan la moral y colocan a las tropas en una “situación insostenible”. Gamino empatiza con los soldados atrapados en el espectáculo: “Están representando una actuación de ley y orden para el público en general, pero como individuos, saben que todo es en vano, porque primero, no deberían estar allí, y segundo, saben que es ineficaz, ya que no hay necesidad de representar esa actuación. Pero cuando formas parte de una institución de control social, eres solo un pequeño engranaje en una máquina finamente afinada, y tienes que decidir si continuar o irte. Mis colegas y yo lo hacíamos porque así pagamos las facturas. Teníamos hipotecas, deudas escolares. Y lo mismo ocurre con estos soldados”.
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