El siguiente artículo fue enviado originalmente en un boletín el 15 de abril de 2024 del Proyecto de Prioridades Nacionales del Instituto de Estudios Políticos.
Estimado amigo,
Cada año, en el momento de la presentación de impuestos, el Proyecto de Prioridades Nacionales produce un recibo de impuestos que muestra adónde se destinaron sus impuestos federales sobre la renta.
Este año, nuestro recibo muestra que el contribuyente promedio contribuyó $5,109 al militarismo y sus sistemas de apoyo, incluyendo armas y guerra, deportaciones y detenciones, encarcelamiento masivo y programas para veteranos.
Eso incluye el apoyo a quienes se benefician de la guerra. El contribuyente promedio dio:
- $1,748 dólares para contratistas del Pentágono. Eso es más que el alquiler mensual promedio en los EE. UU. ($1,372).
- $249 dólares para contratos de Lockheed Martin, el mayor contratista del Pentágono. Eso es más de los gastos de alimentación de una semana para un hogar estadounidense promedio ($195).
- $87 dólares por los contratos del Pentágono con Boeing, la empresa responsable de numerosos fallos de seguridad en sus vuelos comerciales. Eso equivale aproximadamente a llenar el tanque de gasolina de su automóvil dos veces.
Por el contrario, las inversiones que nos mantienen seguros y fortalecen a nuestras familias y comunidades están recibiendo poca atención. El contribuyente promedio pagó sólo:
- $346 para educación K-12. A medida que expira la ayuda para ayudar a los niños a recuperar el terreno académico perdido durante la pandemia, muchos distritos escolares enfrentan recortes presupuestarios.
- $110 para el Crédito Tributario por Hijos, que apoya a familias con niños. La reciente expansión de este crédito durante la pandemia ayudó a reducir la pobreza infantil casi a la mitad, pero el Congreso dejó que la expansión expirara.
- $10.84 para programas de eficiencia energética y energía renovable para combatir el cambio climático, la amenaza definitoria de nuestro tiempo.
Esto simplemente no tiene ningún sentido.
Necesitamos un presupuesto que invierta en las cosas que queremos más (educación, atención médica, energía limpia) y menos en cosas que necesitamos menos (guerra, deportaciones y encarcelamiento masivo). Sólo llegaremos allí si rechazamos las políticas que favorecen las ganancias corporativas por encima del bienestar público.
En solidaridad,
Lindsay, Alliyah y Kufre
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