Retrocedamos un momento. Cuando tenía treinta y tantos años, había decidido que las personas de 50 o más años eran demasiado viejas para gobernar y que había que echarlas a pastar o a una residencia de ancianos. De repente, un día, me encuentro en la madura edad de 60 años y estoy seguro de que cualquier persona de 70 o más debe ser dejada ir… a medida que envejezco, sigo moviendo los postes de la portería.
Y sin embargo, muchos de los que he conocido se perdieron ya a los 50 años, y a otros les sobrevino la demencia o el Alzheimer. Y o alguna otra enfermedad debilitante.
Al mismo tiempo, he visto algunos ejemplos increíbles de individuos que desafiaron al padre tiempo y siguen haciendo un trabajo increíble. Tengo familiares y amigos de más de 80 años que siguen muy despiertos y haciendo un buen trabajo.
Una de estas personas milagrosas especiales es la increíble Dolores Huerta, cofundadora del Sindicato de Campesinos Unidos y fundadora de la Fundación Dolores Huerta, que trabaja día y noche en un amplio abanico de cuestiones y tiene 93 años. Otra joven en mi vida es María García, de la tribu Tohono Odom de Arizona y Sonora (México), que también tiene 93 años y lidera un esfuerzo para construir un centro cultural para las seis tribus de la zona de Magdalena (México). Y luego está Margarita Llamas Padilla, de 101 años, originaria de Jalisco, México, pero que ahora vive en California. Recientemente, en una boda extravagante de tres días en Nuevo México. No se acostó temprano y conservó todas sus facultades. Y estaba despierta para todos los desayunos de cada día. Me encantó que me pidiera que la abrazara cuando nos hicieron la foto.
Pero, por otra parte, hay algunas congresistas de Colorado y Georgia que son demasiado jóvenes o están demasiado perdidas intelectual y moralmente, y quizá necesiten que las lleven a ese pastizal, o que las envíen a una institución educativa de recuperación.
Aunque la edad es un barómetro, la salud y la resistencia mental también son factores esenciales.
No estoy muy lejos, en cuanto a edad, de los dos principales candidatos presidenciales y creo que aún tengo mucho que ofrecer y que mi capacidad de análisis es tan aguda como siempre.
Tengo algunos amigos de mi edad que dedican su tiempo a jugar al golf y a viajar, y eso está muy bien. Pero también veo a muchos que, por diversas razones, ya están en residencias asistidas. Y no me importaría que me dejaran salir durante el día para ir a organizar y causar un poco de problemas,
En los últimos cinco años, he recorrido al menos 80.000 kilómetros al año, la mayoría de ellos solo para realizar mi trabajo en las fronteras y otros proyectos de derechos humanos, durmiendo en moteles baratos y no siempre con una dieta equilibrada.
Ahora duermo más siestas en la carretera o en el motel y me aseguro de descansar más por la noche. Cuando era un joven semental salvaje, no necesitaba el tipo de descanso que ahora exige mi cuerpo.
Aunque cada año comprendo mejor mis limitaciones físicas, también he aprendido a pedir y aceptar ayuda. Pero para que quede claro, mi mente está en plena forma y sigo aprendiendo y creciendo. Hay que seguir aprendiendo para que el cerebro siga funcionando bien.
Cualquier sí, podría convertirme en tu candidato a presidente de humor marrón.
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